lunes, 6 de enero de 2020

APUNTES DE EL REALISMO Y EL NATURALISMO


     
APUNTES DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA 4º ESO

EL REALISMO Y EL NATURALISMO

MARCO HISTÓRICO

1833-1868: Reinado de Isabel II. Alternancia en el gobierno de moderados y progresistas. Guerras carlistas, entre los partidarios de Carlos María Isidro (hermano de Fernando VII) y los de Isabel II.
1868: La Gloriosa, revolución liberal que lleva a Isabel II al exilio.
1869-1875: Sexenio revolucionario.
1871-1873: Reinado de Amadeo I de Saboya.
1873-1874: I República.
1875-1885: Restauración borbónica. Reinado de Alfonso XII. Bipartidismo entre conservadores y liberales.
1898: Pérdida de las últimas colonias de ultramar: Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

MARCO SOCIAL Y CULTURAL

En Europa van teniendo gran importancia la industrialización y los movimientos obreros, asociados a ella. España los incorpora lentamente. El poder económico reside fundamentalmente en la burguesía, apegada a la realidad del momento (rompe con los ideales del Romanticismo). Crecimiento de la banca, la industria y el comercio. Triunfo de las ideas positivistas, dando importancia a todo lo que procede de la experiencia y la observación. Junto a los avances científicos, se dan numerosos avances técnicos (fotografía, teléfono, telégrafo, máquina de vapor…).

EL REALISMO Y EL NATURALISMO

Son las dos corrientes literarias fundamentales de la segunda mitad del siglo XIX. Surgen para reflejar la realidad tal como es, como una reacción contra la estética romántica y sus excesos. Utilizan especialmente la novela, por su gran extensión y permitir reflejar múltiples facetas de la sociedad (historias, caracteres, ideas…).

Realismo:

Se interesa por la realidad externa, frente a la exhibición de la intimidad del autor del Romanticismo. El autor habla de lo que le rodea, y no de sí mismo, observando todo meticulosamente e intentando dar una referencia objetiva de eso. La atención se centra en lo próximo y fácilmente observable más que en lo lejano y exótico. Se tiende a hablar de escenas de la vida cotidiana y de temas económicos, sociales e ideológicos del momento.
Se utiliza una expresión sobria y precisa, cediendo la intención estética frente al propósito docente.
Frente al idealismo y apasionamiento romántico, el autor se caracteriza por un espíritu sensato, moderado y práctico, es decir, burgués.
Los personajes están sacados de la vida de la época (descripciones minuciosas, físicas y psíquicas). Usan un lenguaje adecuado a cada uno, mezclando lo culto y lo vulgar, con giros coloquiales, muletillas… Se relaciona la vida privada de los personajes con la vida pública en la que se desenvuelven, cercana al escritor y al lector.
Los escenarios son cercanos y reconocibles por el lector (calles, casas y paisajes próximos y reales).
El narrador es omnisciente: conoce perfectamente el ambiente, a los personajes y valora y emite juicios sobre ellos o los hechos. Se plantean posturas ideológicas y reflexiones sobre los valores morales de la sociedad.

Naturalismo:

Surge hacia 1870, derivado del Realismo, pero con algunos elementos nuevos.
Su autor más significativo es Émile Zola.
Aparece marcado por el determinismo positivista: los hechos psíquicos que obedecen a leyes tan inexorables como los fenómenos físicos.
Se escogen ambientes de degeneración y miseria y personajes marginales para mostrar los instintos más brutales y primarios del hombre y la opresión ejercida sobre los humildes por una sociedad injusta. En consecuencia, asume un compromiso social y político frente al egoísmo de la poderosa clase burguesa.

Autores realistas más detacados:

Inglaterra: Charles Dickens: Oliver Twist, David Copperfield, Papeles del Club Pickwick.
Francia: Honoré de Balzac: La comedia humana. Gustave Flaubert: Madame Bovary. Stendhal: Rojo y negro, La cartuja de Parma. Victor Hugo: Nuestra Señora de París, Los miserables. Émile Zola (Naturalismo): Germinal.
Rusia: Lev N. Tolstoi: Guerra y paz, Ana Karenina. Fiodor M. Dostoievski: Crimen y castigo, Los hermanos Karamázov, El jugador, El idiota.

EL REALISMO EN ESPAÑA

Por encima de los demás géneros, utiliza la novela, por considerarla el vehículo más adecuado para reflejar la sociedad y la realidad. Comienza con la aparición, en 1868, de 
La fontana de oro, de Pérez Galdós. Hay varias tendencias dentro del realismo, según los aspectos de la realidad que reflejan y las orientaciones ideológicas.

Idealizante:
Se fija en la parte más amable de la realidad, rehuyendo los aspectos más crudos o desagradables. Tiene una intención moralizadora que lleva a deformar, en algún caso, lo que desaprueban (lo moderno, la ciudad). Autores:

o Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891)

Puede considerarse como punto de transición entre el Romanticismo y el Realismo.
Describe con más entusiasmo romántico que con precisión y objetividad realista.
Destaca por la gracia y amenidad de la narración y el colorido de las descripciones.
Obra: El sombrero de tres picos, 
El escándalo y otros relatos cortos.

o José María Pereda (1833-1906)
Sus primeras obras son cuadros de costumbres y, posteriormente, hace novelas de tesis
Defiende las ideas tradicionales, resultando anacrónico en sus planteamientos. Se caracteriza por una acción lenta y monótona y por sus descripciones. Es el mejor paisajista de su generación, mostrando una naturaleza épica, cuyo aspecto grandioso describe con enérgicos rasgos. Obras:
Sotileza, Peñas arriba.

Esteticista:
Parte del intrínseco valor artístico de la obra, sin servir a otros intereses (especialmente moralizadores).
Tiende a buscar la belleza, excluyendo lo feo y desagradable.
No copia la realidad, pero tampoco la deforma: se basa en la observación, los recuerdos y la experiencia.

o Juan Valera (1824-1905)

Su buen gusto, elegancia, liberalismo, escepticismo e ironía le alejan de cualquier compromiso ideológico.
Repudia los excesos románticos, pero también le molesta la literatura de tesis y el afán de exactitud realista.
Solo le interesa crear una obra de arte, de modo que trata la realidad con una leve estilización embellecedora.
Se centra en los temas amorosos, eludiendo el conflicto trágico.
Cuida especialmente el análisis de la psicología de los personajes.
Obras: Pepita Jiménez, Juanita la Larga.
Realista pura:
• Pretende mostrar la realidad del modo más objetivo posible, sin desdeñar ningún aspecto de ella.
• Autores destacados: Pérez Galdós y “Clarín”.
Naturalista:
• En sentido estricto, no se dio nunca en España, aunque influyó en algunos autores.

o Emilia Pardo Bazán (1851-1921)
Defiende en un principio las ideas del Naturalismo, aunque posteriormente evoluciona a una novela de tipo espiritualista y simbólico.
• Obras:
Los pazos de Ulloa, La madre naturaleza.

o Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928)
Ambienta sus novelas en su Valencia natal y alrededores.
Describe la vida de los pescadores y huertanos con gran brillantez de color y enorme fuerza plástica, y con enorme dureza.
Obras:
Arroz y tartana, La barraca, Cañas y barro.

BENITO PÉREZ GALDÓS (1843-1920)
Nace en Las Palmas de Gran Canaria, aunque realiza sus estudios (Derecho) en Madrid, donde pasa el resto de su vida.
Participa en la política de la época (fue diputado dos veces), radicalizando sus posturas progresivamente. Desde muy joven se dedica a la literatura, debiéndose a él la renovación de la novela española. En su amplia producción literaria muestra los distintos enfoques que adopta la narrativa: realismo, naturalismo y espiritualismo. Además de la novela, también es importante su producción teatral.
Los Episodios Nacionales

Son 46 volúmenes, agrupados en cinco series:
1ª: Referida a la Guerra de la Independencia: Trafalgar (1873), Bailén, Zaragoza…
2ª: Trata de las luchas políticas entre absolutistas y liberales, hasta la muerte de Fernando VII: El equipaje del rey José, El terror de 1824.
3ª: Dedicada a la guerra carlista.
4ª: Desde la revolución del 48 hasta el destronamiento de Isabel II.
5ª: Hasta la restauración borbónica.
Ofrece una historia novelada del siglo XIX español.
Pasa de un tono épico de las primeras novelas a transmitir desengaño en las últimas con las intrigas políticas posteriores.
Historia y novela se entrecruzan con una técnica animada y realista, mostrando una imagen verosímil de la época en que se ambientan.

Las novelas de la primera época
En esta época está muy influido por la ideología krausista y se siente preocupado por las resonancias sociales del problema religioso.Resultado de su liberalismo anticlerical son las novelas de tesis en que la realidad queda excesivamente esquematizada. Opone el mundo liberal (partidario del progreso, el trabajo y el respeto) y el tradicional (intransigente, fanático, adicto a la Iglesia). Consiguientemente, según sus ideas los personajes son “buenos” o “malos”, sin reconciliación posible. Obras: Doña Perfecta (odioso personaje que causa la muerte de un ingeniero de amplios ideales), La familia de León Roch, Gloria (las diferencias religiosas separan a dos jóvenes que se aman), Marianela.

Las “Novelas españolas contemporáneas”
Abandona la defensa de una tesis para centrarse en la descripción de la sociedad española de la época, especialmente la madrileña. Adopta una técnica realista cercana al naturalismo, mostrándose como un gran observador de la realidad y creador de caracteres. Aparecen personajes de todas las clases sociales, pero sobre todo de la clase media, con sus virtudes y vicios. Esta sociedad le desilusiona, ya que no tiene ideales y es mediocre, incapaz de reformar la sociedad, como había pensado. Obras: Tormento, Fortunata y Jacinta, Tristana, Miau, la serie de Torquemada.

Las novelas espiritualistas
Pasa del materialismo anterior a centrarse en el espíritu, exaltando la justicia y el amor de los personajes sobre las mezquindades de la sociedad. Obras: Nazarín, Misericordia.

El teatro
Caracterizado por centrarse en lo psicológico, le falta dominio de la escena.
Algunas son adaptaciones de novelas suyas.
Obras: Doña Perfecta, El abuelo, La de San Quintín,
Electra.

El estilo de Galdós
No cuida especialmente la forma.
Su prosa resulta siempre expresiva, suelta y espontánea, cercana al habla cotidiana.
Describe certeramente la sociedad de su época: (personajes, preocupaciones, ideologías) y dota de gran vigor a las situaciones planteadas.
Le interesa más la ciudad que el paisaje natural.
Le importa mucho captar la esencia del alma de España, para regenerarla, y muestra gran interés por la condición humana.
Es el narrador realista por excelencia: aparecen todas las clases sociales, ideologías progresistas, narrador omnisciente, lenguaje cotidiano y habitual, mezcla de narración y diálogo…

LEOPOLDO ALAS, CLARÍN (1852-1901)

Nació en Zamora en 1852 y muere en Oviedo en 1901, donde había residido la mayor parte de su vida.
Fue catedrático de Derecho, pero destaca sobre todo en la literatura, como crítico y como narrador.
Como crítico se caracteriza por su acritud y su fina intuición para descubrir valores literarios.
Su tono es fuertemente liberal y sus comentarios son duros, agrios y satíricos.
Escribe numerosos artículos llamados Solos y Paliques. Como narrador, escribe dos novelas extensas (Su único hijo, La Regenta), varias novelas cortas (
Pipá, Doña Berta) y cuentos (El gallo de Sócrates, ¡Adiós, Cordera!).

Estilo
Se inspira en la realidad, que intenta exponer objetivamente.
Utiliza una descripción detallista, pormenorizada, tanto para personajes como para el ambiente.
En los personajes describe minuciosamente su modo de pensar, su psicología.
En el ambiente, recrea lo que le rodea a él mismo (Oviedo y sus alrededores).
Emplea un lenguaje “natural, sencillo, expresivo y modesto”, adaptado a las características de cada personaje.
Busca denunciar los males y la hipocresía de la sociedad que le rodea.

La Regenta (1885)
Para muchos, es la segunda mejor novela de la literatura española, después de El Quijote.
Fue publicada en dos partes, cada una de 15 capítulos, que narran respectivamente, la primera, 3 días y, la segunda (más extensa) 3 años.
Argumento: (ver anexto 1).

Características:
Tiene gran importancia la caracterización psicológica de los personajes.
Su retrato moral lo hace por medio de los recuerdos del pasado, las dudas, deseos, frustraciones y ambiciones.
Son personajes en permanente conflicto personal y moral.
Describe con detalle a muchos personajes secundarios por su relación directa con la historia o para recrear el ambiente de Vetusta.
Hace una crónica de la ciudad (habitantes, costumbres, fiestas, calles…) y una fuerte crítica social, con un humor irónico y amargo.
Vetusta es un trasunto de la sociedad española de la época, dominada por los convencionalismos y el desdén por las innovaciones.
Todos los grupos sociales son caracterizados, reservando una especial dureza para la Iglesia y la aristocracia.

Estilo:

Se caracteriza por la perfección formal.
Adapta el ritmo narrativo a los acontecimientos que relata.
En la primera parte (3 días), abundan las descripciones minuciosas y los recuerdos del pasado.
En la segunda parte (3 años), la acción avanza a un ritmo mucho más rápido, incluso tiene anticipaciones que anuncian el desenlace.
Hay abundantes diálogos, monólogos y disertaciones del autor.


ANEXO 1: ESTUDIO SOBRE LA REGENTA

En una ciudad de provincias, Vetusta, vive Ana Ozores, de familia noble venida a menos, casada con Don Víctor Quintanar, regente de la Audiencia, del cual le venía el nombre, la Regenta. Ana se casó con Don Víctor en un matrimonio de conveniencia. Bastante más joven que su marido, al que le une más un sentimiento de amistad y agradecimiento que de amor conyugal, su vida transcurre entre la soledad y el aburrimiento. Es una mujer retraída, frustrada por no ser madre y que anhela algo mejor y desconocido. En esta situación, la religión es la única válvula de escape dentro de la ciudad. Conoce a Don Fermín de Pas, Magistral de la catedral, el cual se convierte en su confesor. Ana siente una gran atracción y admiración por él. Pero la religión no le basta. Conoce a Don Álvaro Misael Don Juan de Vetusta, el cual está enamorado de la Regenta. Ésta, desde que lo conoce ya no se siente tan triste. El Magistral está celoso. Ana y Álvaro se hacen amantes. El Magistral se acuesta con Petra, la criada de Ana, a la que le dice que espíe a Ana y a cambio la convertirá en su nueva criada. Petra, un día, le cuenta que ha visto cómo Ana se acuesta con Don Álvaro, el cual trepa por el balcón de la habitación de la Regenta. El Magistral urde un plan. Le pide a Petra que adelante una hora el reloj de Don Víctor, el marido de Ana. Éste ve a Don Álvaro saltar del balcón de su mujer. Lo reta a duelo y, en el mismo, Don Álvaro mata a Don Víctor y huye. Ana se entera de todo cuando Álvaro le escribe una carta contándole lo ocurrido. Cae enferma durante un mes. Al cabo de un largo tiempo se decide a salir para dirigirse a la catedral para ver si de nuevo encontraba el consuelo en la religión. El Magistral la observa con cara de asesino. Ana siente miedo y cae desmayada. El Magistral se marcha dejándola tirada en el suelo. Celedonio, al encontrarse a la Regenta desmayada, la besó en los labios y ésta sintió que la besaba un frío y asqueroso sapo.

Tema principal:

El tema central de la novela es el del adulterio de Ana Ozores. El desarrollo de este tema se hace minuciosamente a lo largo de toda la obra mediante la confrontación de las costumbres, la historia y el cuadro de valores morales de una ciudad imaginaria.

Temas secundarios:

-La ciudad de Vetusta.
-Las clases sociales.
-El poder de la Iglesia.
-El mito de Don Juan en el personaje de Don Álvaro.
-La mujer: celos, envidia…
-La ambición por el poder personal.

PERSONAJES

La Regenta: es una mujer joven, de gran belleza, intachable y admirada por todos. Es un personaje solitario con un gran mundo interior que le hace alejarse de sus conciudadanos. Tiene un carácter retraído, desclasado e imaginativo. Presenta una gran falta de pasión familiar, ya que su padre no supo compensar la falta de una madre y encima su institutriz subrayó más su angustia hacia la falta de su madre. Tiene una gran tendencia al misticismo. Sus relaciones con el Magistral son ambiguas, es su confesor y confidente y lo considera su salvador particular. Respecto a Don Álvaro Mesía, cuando se introduce en su vida, sueña con una felicidad romántica y desconocida, se enamora y se entrega por primera vez.
Don Fermín de Pas, el Magistral: Canónigo de la catedral. Es de gran estatura, tez blanca, ojos verdes, nariz larga y recta, labios largos y delgados, barba puntiaguda y levantisca, la cabeza pequeña y bien formada, de espeso cabello negro muy recortado, cuello de atleta, proporcionado al tronco y extremidades del fornido canónigo. Es un hombre ambicioso, su gran poder de seducción atrae irremediablemente a sus feligreses. Su presencia y sus palabras le dotan de una personalidad arrebatadora. Está completamente dominado por su madre de la que se siente impotente para rebelarse. Se siente encerrado en Vetusta, su carrera se estanca, desprecia a los vetustenses. Cuando aparece Ana se enamora de ella pero, busca el equilibrio, porque por un lado no puede rebelarse ante su madre y por el otro tiene una unión espiritual con Ana. Es un cobarde. Respecto a sus relaciones con los demás canónigos, estas son prácticamente inexistentes. Sólo se relaciona con el Arcipreste, Cayetano Ripamelán, que es uno de los pocos que le defiende entre el mundo clerical. Para Don Cayetano el Magistral era un sabio, un literato, un orador, un hombre de gobierno y, sobre todo, un hombre de mundo.
El Arcediano, alias Glocester, es su más cordial enemigo.
El Magistral desprecia a Don Custodio. La mayoría de canónigos no se hablaban o saludaban. Sienten envidia unos de otros.
Álvaro Mesía: alto, esbelto, rubio, pálido, de ojos pardos, fríos casi siempre, pero candentes para  hechizar a una mujer. Se vestía en París, adonde solía ir él mismo a tomarse las medidas. Muy elegante, con manos, indumentaria y calzado muy cuidado. Habla francés, italiano y un poco de inglés. En política se considera dinástico; figura como jefe del partido liberal de Vetusta. Aspira a enamorar a la Regenta, pero sólo para considerarla como un nuevo trofeo de sus múltiples conquistas. Por lo que respecta a sus relaciones con el Magistral, lo considera su enemigo, su principal obstáculo para conquistar a la Regenta. Respecto al marido de Ana, cultiva astutamente su amistad para traicionarle, luego lo mata en el duelo y abandona a la Regenta. Actúa de forma miserable.
De los demás personajes destacan:
Don Víctor Quintanar:  es el marido engañado. Considerado el más cumplido caballero de la ciudad, después de Bermúdez. Cincuenta y tantos años, aspecto militar, perilla y bigote blancos. Ornitólogo y cazador. Apasionado por el teatro. No vive en la realidad, vive en un mundo de comedia de capa y espada. No comprende el drama de su mujer ni quiere comprenderlo, pero luego vive el drama de honor con el que tanto había soñado.
Cayetano Ripamilán: Arcipreste de la catedral. Era un viejecito de setenta y seis años, vivaracho, alegre, flaco, seco, con cierto aire de pájaro, anguloso y puntiagudo. Gran amante de la poesía y poeta él mismo. Es entre el elemento clerical unos de los pocos defensores del Magistral.
Paco Vegallana: hijo de los marqueses de Vegallana. Íntimo amigo de Álvaro Mesía. Ayuda a Visita en su empresa de arrojar a Ana en los brazos de Mesía. Es un ser innoble, acostumbrado a recoger las conquistas de Mesía cuando éste las abandonaba. Quiere hacer lo mismo con la Regenta cuando queda viuda.
Los marqueses de Vegallana: El marqués es una persona débil pero rica. No muy inteligente, se deja dominar por doña Rufina, su mujer, la cual se ve como una mujer liberal y madre moderna. En su casa se producen la mayoría de amoríos de Álvaro Mesía. 
Obdulia Fandiño era una antigua amante de Mesía y anima a éste a que conquiste a Ana Ozores. Famosa desde su juventud por sus libres costumbres, las tías de Ana temen que ésta pueda llegar a ser una “Obdulita”. 
Tomás Crespo, alias Frígilis: gran amigo de Don Víctor al que acompaña en sus expediciones cinegéticas. Gracias a él, Don Víctor conoce a Ana. Cuando Don Víctor se entera del adulterio intenta que perdone a Ana. En el duelo actúa como padrino y cuando Ana queda viuda se convertirá en su más fiel y casi único amigo.
Petra: doncella de Ana Ozores. Traiciona a ésta contándole al Magistral sus relaciones con Mesía. Tiende la trampa para que Don Víctor lo sepa y luego se encarga de propagar por toda Vetusta el escándalo.
Doña Paula: madre de D. Fermín. Es codiciosa y ambiciosa. Cuando era joven era de muy buen ver .Aunque se había criado en una aldea de mineros, había logrado sacar de la miseria a su único hijo, utilizando su gran inteligencia y armas de mujer. Ejerce gran influencia en su hijo. 
Saturnino Bermúdez: arqueólogo y etnólogo de Vetusta. Tenía un poco de panza, cosa típica de la edad y de la vida sedentaria. Se le tenía en la ciudad por un santo, y no lo era, pues se sentía atraído por los encantos carnales de Obdulia.
Visitación Olías de Cuervo: señora alegre y desenfadada. Alta, rubia, muy golosa y no muy pulcra. Casada con un empleado de banca, de vez en cuando abusa de la confianza de sus amigos. Ayuda a que Ana caiga en brazos de Mesía.
Celedonio:  aparece en el primer capítulo, en el campanario de la catedral y pone un terrible cierre a la novela, cuando encuentra desmayada a la Regenta y la besa en los labios.

TIEMPO

Tiempo externo a la obra.-

La historia se desarrolla en la segunda mitad del siglo XIX y más concretamente a partir de la década de los setenta. Hay una serie de detalles que nos lo indican. Por ejemplo en el capítulo treinta el autor nos dice que Don Tomás Crespo, alias Frígilis, trasladó su lecho de la posada en que vivía desde el año sesenta, a los bajos del caserón. También cuando dice que los jóvenes laicos de la ciudad, estudiantes los más…los había carlistas y liberales. A su vez, Don Álvaro Mesía era jefe del partido liberal, y el marqués de Vegallana, su amigo, jefe del partido conservador.
 En el capítulo doce el autor nos dice que Don Francisco de Asís Carraspique…era el mayor contribuyente que tenía en la provincia la soberanía subrepticia de Don Carlos VII,(el cual dirigió la tercera guerra carlista de 1872 a 1875,durante la Primera República).Por último, podemos concretar que la obra se desarrolla durante la época de la Restauración, porque en la página 138 el Magistral piensa:”…pero la Restauración, que no podía restituir, alentaba el espíritu…”,y en la página 609 se dice: 
"Y todo esto era porque hacía mil ochocientos setenta y tantos años había nacido en el portal de Belén el Niño Jesús…” 

Tiempo interno de la obra.-

 La novela transcurre en tres años. Algunos detalles que nos lo indican son: En el capítulo cuarto el autor dice: 
"A los veintisiete años Ana Ozores hubiera podido contar aquel poema (el de su vida) desde el principio al fin…” 
En el capítulo décimo la Regenta piensa:
"Tenía veintisiete años, la juventud huía…”.
Por último en el capítulo veintinueve, en la página 730 el autor nos dice:
"Si los primeros días renegaba del miedo, de la ignorancia y de los escrúpulos(absurdos en una mujer casada de treinta años)…”
Luego han pasado tres años. Los quince primeros capítulos transcurren en tres días, aunque solamente en el capítulo once se nos dice que el Magistral sale a felicitar a unos amigos en la festividad de San Francisco. Los otros quince duran unos tres años. Hay una serie de detalles que nos van marcando ese tiempo: Primer año. En el capítulo dieciséis dice: "Con octubre muere en Vetusta el buen tiempo…”En el diecinueve estamos ya en la “primavera médica”. Los capítulos veinte y veintiuno estamos en verano; en el veintidós se habla de: fuertes heladas con que terminó noviembre…el día de la Concepción. Por último en el capítulo veintitrés van a Misa de Gallo (veinticuatro de diciembre). Segundo año. En los capítulos veinticuatro a veintiséis hay también una serie de referencias: "Era lunes de carnaval…”(pag.624). “Empezaba marzo con calores de junio…”(pag.647)."Mayo se despide con una espléndida noche…”(pag.648)."El día de Nuestra Señora de agosto…” (pag.719). "El día de Navidad comió en el caserón…”(pag.725). Tercer año. Desde esas Navidades hasta el mes de octubre siguiente: ”Llegó octubre, y una tarde en que soplaba el viento sur…”(pag.788).

ESPACIO

Espacios exteriores: 
La obra se desarrolla en una ciudad imaginaria, Vetusta, que ha sido identificada con Oviedo. Al principio de la obra, el Magistral desde lo alto de la torre de la catedral observa con un catalejo las diferentes partes de la ciudad. Estas partes son: la Encimada, donde viven la aristocracia e Iglesia. La Colonia, barrio nuevo de americanos y comerciantes, o sea la burguesía. Y el Campo del Sol, donde habitan los trabajadores. En la página 137 se nos dice: "Alrededor de la catedral se extendía, en estrecha zona, el primitivo reducto de Vetusta…El buen vetustense era de la Encimada…,La Colonia, barrio nuevo de americanos y comerciantes…,El Campo del Sol…trabajadores sucios, negros por el carbón…”
Los lugares que más aparecen son la ciudad de Vetusta y sus alrededores. Y más concretamente el barrio de la Encimada donde están las casas de los nobles y de los altos clérigos, y el paseo del Espolón. En el capítulo tercero se nos dice que ”Hablaron aquella tarde en el Espolón". En el catorce hay una descripción: ”Era el Espolón un paseo estrecho, sin árboles…y no tenía más adorno, ni atractivo, a no ser el sol…que calentaba aquella muralla triste. Al abrigo de ella paseaban los muchos clérigos…”.

Espacios interiores:
 Los más representativos son la catedral, el casino, el palacio de Vegallana, las casas y el teatro. La Regenta se siente oprimida por el espacio cerrado de su caserón y se siente libre cuando pasea por el exterior. El teatro también es un espacio que va a influir en ella, ya que en la representación de Don Juan Tenorio se siente identificada con Doña Inés. Para el Magistral el espacio más importante es la catedral desde donde psicológicamente domina la ciudad. Para Don Álvaro, el Casino, de donde es presidente, donde se relatan todas sus hazañas amorosas y el palacio de los marqueses de Vegallana, escenario de la mayoría de sus conquistas amorosas. El espacio exterior  mejor descrito es la ciudad de Vetusta en general y, concretamente,  el paseo del Espolón (el cual es descrito en el capítulo catorce).Y de los interiores, el Casino, descrito en el capítulo seis.

Los registros lingüísticos, dado el gran número de personajes, son muy amplios y variados. Normalmente se corresponden con su estrato social; así Don Álvaro Mesía utiliza un lenguaje salpicado de galicismos, reflejo de su carácter de hombre de mundo, como prueban sus numerosas estancias en París. Don Víctor Quintanar, gran aficionado al teatro clásico, utiliza versos de Calderón y Zorrilla. Saturnino Bermúdez utiliza una retórica academicista y barroca dada su condición de erudito local, utilizando gran cantidad de cultismos. Como por ejemplo en el capítulo primero cuando termina el recorrido por la catedral y dice: ”Tales fueron los preclaros varones…con el alboroque de ricas preseas…mansión ultratelúrica…que presto se vió siendo emporio…” Algunos personajes pretenden, por medio de la lengua llegar a las más altas esferas sociales. Es el caso de Pepe Ronzal, alias Trabuco. Éste suele cambiar las palabras como Hipócrates en vez de Sócrates; Espifor (espíritu fuerte en su francés) ,Urbicesorbi (en todas partes según su latín). Por otra parte los vulgarismos y dialectalismos nos indican el estrato social de algunos personajes. Por ejemplo en la página 129 hablan Celedonio y Bismarck: ”Tú pués más que toos los delanteros”…”¿quiés que l'atice…”La página setecientos seis,Pepe,el casero, dice:”Probecicos…está hecho un eciomo…como se le ha ponío too…paece…tié preparada ropa caliente pa usté…”. Algunos cultismos que aparecen en la obra, como por ejemplo: pergeño, pátina, melifluo, excogitar, lacónica, incuria, gárrulo, apoplético, panegíricoubicuo, mórbido, hierático, zurriago, felonía, prop ender, flegmasía, etc.

VALORACIÓN DE LA OBRA

La obra refleja los defectos de la sociedad de la época. Su autor busca  dar a conocer su protesta ante la sociedad hipócrita y burguesa, exaltando en cierta forma lo vital y criticando la avaricia y la ambición de aquellos a quienes lo único que les importaba era el enriquecimiento personal, para lo cual  era lícito  manipular a otras personas más débiles.

 En esa sociedad triunfan los malhechores, y los humildes y buenos de corazón fracasan, como es el caso de Don Víctor. En cambio, Mesía sale ileso. Desde el punto de vista de la moral, ésta se basa en una desfiguración de los valores éticos. El vacío moral alcanza a todas las clases sociales pero es la aristocracia la que se ve mejor reflejada. En casa de los marqueses de Vegallana se establece un código moral de conducta que no permite la imprudencia de Ana Ozores al reconocer su amor por Mesía; lo malo no es el adulterio en sí, sino el desafío que representa para la sociedad el que la Regenta lo reconociera públicamente. No hay nadie honrado. No hay ningún problema moral en la novela, porque a ninguno de los personajes le importa nada la moral. Ni siquiera el Magistral sufre tales problemas porque cuando Ana va al confesionario no por arrepentimiento sino buscando afectividad, no la acoge y perdona según la moral cristiana que teóricamente encarna.

 La novela responde a la realidad de la época de la España que cuenta. Retrata un mundo socio-político que corresponde al tono general de hastío y anquilosamiento de la Restauración. El pueblo trabajador y proletario no contaba para nada. Por lo que respecta a algunos tipos ideológicos: de ellos destaco especialmente el cura, porque representa el tipo de cura que no tenía vocación para serlo, sino que usaba su cargo para conseguir poder y dominio social y económico. 

       La novela pertenece al realismo como lo demuestran las características que se observan en ella. Por ejemplo:
 -La minuciosidad con la que el autor describe a los personajes y ambientes. Nos da detalles físicos, como cuando describe Vetusta o a algún personaje: "Visitación era alta, rubia, graciosa…"
 -Manifiesta algún elemento naturalista: cuando utiliza el sueño, el recuerdo o el monólogo interior en algunos personajes. Por ejemplo cuando Ana Ozores recuerda, de una manera retrospectiva, su vida para la confesión general.
 -Otra característica es la crítica satírica contra ese tipo de sociedad.
 -Tiene también una intención social ya que critica la hipocresía de algunos canónigos.
 -La obra en sí es un análisis profundo de la mentalidad burguesa.
 -Por último, respecto al estilo vemos que utiliza variados registros lingüísticos motivado por la gran cantidad de personajes.

 No cabe duda que se trata de una de las mejores obras de la literatura española.   se ve agilizada por la gran cantidad de diálogos; por un lenguaje adecuado a cada registro lingüístico. La novela nos presenta a una sociedad piramidal, con el alto clero en contacto con la aristocracia.  Al mismo tiempo nos recuerda cómo era la situación política, con la alternancia en el poder de liberales y progresistas Los arreglos que se hacían en las elecciones, con la compra de votos y voluntades por los caciques locales, la clase media apenas aparece y el pueblo llano, trabajador y proletario, casi inexistente, se ve sólo fugazmente. Aunque hay algún comentario sobre las nuevas ideas proletarias que son atacadas por los nobles.
 Al final de la novela, en sólo dos capítulos, el autor resuelve la trama y  consigue que nos planteemos algunas preguntas sobre el posible destino de los personajes, como ,¿Descubrirá D. Víctor la traición de su mujer?, en ese caso ¿qué hará? ¿Y el Magistral, cómo reaccionará?…Lo que está claro es que nadie espera ese trágico final con la comparación del beso de Celedonio con un sapo frío y viscoso… La novela es una narración de tipo lineal (aunque haya momentos en que el autor utiliza la técnica de la retrospección).

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